X cierra operaciones en Brasil por amenazas legales del Supremo
La plataforma X, propiedad de Elon Musk, cesa sus operaciones en Brasil tras amenazas del ministro Alexandre de Moraes, denunciando la falta de respeto al debido proceso y la democracia.
X, la red social globalmente conocida y dirigida por Elon Musk, ha anunciado el cierre inmediato de sus operaciones en Brasil. La decisión, según un comunicado emitido por la cuenta de Asuntos Gubernamentales Globales de la plataforma, fue tomada para «proteger la seguridad» de su personal ante lo que describen como amenazas directas del Supremo Tribunal Federal de Brasil.
El comunicado, que fue publicado este sábado, revela que Alexandre de Moraes, ministro del Supremo Tribunal Federal de Brasil, habría amenazado con arrestar al representante legal de X en el país si no cumplían con órdenes de censura emitidas en una «orden secreta». La plataforma decidió hacer público el documento para denunciar lo que consideran un abuso de poder por parte del ministro.
X sostiene que, a pesar de haber presentado numerosos recursos ante el Tribunal Supremo de Brasil, estos no han sido escuchados. Aseguran que el público brasileño ha sido mantenido en la oscuridad sobre estas órdenes, mientras que su personal, sin ninguna responsabilidad ni control sobre el bloqueo de contenidos, ha sido amenazado por Moraes.
El comunicado también deja claro que el servicio de X continuará disponible para la población brasileña, aunque lamentan profundamente haberse visto obligados a tomar esta decisión de cerrar sus operaciones locales. «La responsabilidad recae únicamente en Alexandre de Moraes», señala la plataforma, argumentando que las acciones del ministro son incompatibles con los principios de un gobierno democrático. «El pueblo brasileño tiene que elegir entre la democracia y Alexandre de Moraes», concluye el texto.
Elon Musk, propietario de X, también se pronunció al respecto, calificando las demandas de Moraes como una «vergüenza para la justicia». Musk enfatizó que las exigencias del ministro obligarían a X a violar no solo la ley brasileña, sino también las leyes de Argentina, Estados Unidos e internacionales. En consecuencia, X no tuvo otra opción que cerrar sus operaciones en Brasil para evitar la complicidad en lo que consideran una violación del estado de derecho.
Esta decisión marca un punto álgido en las ya tensas relaciones entre las grandes plataformas tecnológicas y las autoridades judiciales en Brasil, y pone de relieve las crecientes preocupaciones sobre la libertad de expresión y la independencia judicial en el país.