OMS y científicos piden acción contra cepa de la viruela símica
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y científicos de todo el mundo han hecho un llamado urgente para abordar la propagación de la viruela símica en África. Este anuncio surge en medio de preocupaciones sobre una cepa particularmente peligrosa que se está propagando en la República Democrática del Congo.
«Hay una necesidad crítica de abordar el reciente aumento de casos de viruela símica en África», declaró Rosamund Lewis, responsable técnico de la OMS para esta enfermedad, en una sesión informativa. Este aumento ha generado una preocupación significativa entre las autoridades sanitarias y los científicos.
En otra sesión informativa, John Claude Udahemuka, de la Universidad de Ruanda, alertó sobre la cepa extremadamente peligrosa que se está propagando en la provincia congoleña de Kivu del Sur, una región de difícil acceso. Udahemuka señaló que esta cepa tiene una tasa de letalidad del 5% en adultos y del 10% en niños, cifras alarmantes que demandan una respuesta rápida y eficaz.
Este año, la República Democrática del Congo ha registrado aproximadamente 8,600 casos de viruela símica y 410 muertes, según informó Cris Kacita, médico responsable de las operaciones del programa de control de la enfermedad en el país. Estos datos subrayan la gravedad de la situación y la urgencia de implementar medidas de control y prevención.
La viruela símica es una infección vírica que se propaga por contacto íntimo, causando síntomas similares a los de la gripe y lesiones cutáneas llenas de pus. Aunque la mayoría de los casos son leves, la enfermedad puede ser mortal, especialmente en poblaciones vulnerables.
En 2022, una forma diferente y menos grave del virus se propagó a nivel mundial, principalmente a través del contacto sexual entre hombres que mantuvieron relaciones sexuales con hombres. Este brote llevó a la OMS a declarar una emergencia de salud pública. Sin embargo, la cepa actual en el Congo representa un desafío mucho más serio debido a su alta letalidad y rápida propagación.
La OMS y los científicos instan a los gobiernos y a las organizaciones de salud a intensificar los esfuerzos para controlar la propagación de esta enfermedad. Esto incluye mejorar la vigilancia epidemiológica, asegurar el acceso a tratamientos y vacunas, y educar a las comunidades sobre la importancia de las medidas preventivas.