México podría coorganizar el Mundial Femenil FIFA 2031
Aunque EE.UU. fue confirmado como sede principal, FIFA deja abierta la posibilidad de sumar a México como coanfitrión del torneo más importante del futbol femenil.
La Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) confirmó este viernes que Estados Unidos será el país anfitrión principal de la Copa Mundial Femenina 2031, el torneo más prestigioso a nivel global del futbol femenino. Sin embargo, el anuncio no cerró la puerta a una posible coorganización, y México surge como un fuerte candidato para compartir la sede del evento.
Durante una conferencia de prensa encabezada por el presidente del organismo, Gianni Infantino, se dio a conocer que aunque la candidatura estadounidense es la única actualmente en firme, existe la intención de explorar una alianza regional con otros países de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Futbol (CONCACAF), siendo México una de las opciones más viables para coorganizar el torneo.
“Estamos evaluando modelos de cooperación entre naciones que ya han demostrado capacidad organizativa. Estados Unidos es un socio sólido, pero también consideramos integrar a otros países de la región para reforzar el alcance del evento”, expresó Infantino.
De concretarse esta alianza, sería la segunda ocasión en que México y Estados Unidos compartan la responsabilidad de albergar un Mundial. Ambos países, junto con Canadá, serán sede del Mundial varonil en 2026, lo cual representa un precedente logístico y operativo que FIFA considera favorable.
Una oportunidad histórica para México y el futbol femenil
La posibilidad de ser coanfitrión no solo significaría un hito para México en términos deportivos y organizativos, sino también una gran oportunidad para impulsar el crecimiento del futbol femenil en el país. La Liga MX Femenil ha mostrado un crecimiento sostenido desde su creación en 2017, y la realización de partidos mundialistas en territorio mexicano podría consolidar ese avance, atrayendo inversión, visibilidad internacional y un mayor desarrollo en infraestructura y formación de talento.
Expertos en la industria deportiva destacan que México ha demostrado ser capaz de albergar grandes eventos internacionales. La experiencia adquirida por la organización conjunta del Mundial 2026 será un activo clave, tanto en logística como en experiencia operativa. Ciudades como Monterrey, Guadalajara o Ciudad de México podrían postularse como posibles sedes para recibir los encuentros del Mundial Femenino 2031, en caso de que la propuesta se concrete.
El camino a seguir: negociación y evaluación técnica
Aunque aún no existe una confirmación oficial de la incorporación de México, fuentes cercanas a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) afirman que hay disposición para trabajar en conjunto con FIFA y con sus contrapartes estadounidenses. La siguiente etapa incluiría una evaluación técnica de los estadios, centros de entrenamiento, conectividad y seguridad, así como la coordinación de una agenda conjunta que atienda los requerimientos logísticos del torneo.
Por su parte, la FIFA buscará garantizar que cualquier acuerdo binacional cumpla con sus estándares de calidad y sostenibilidad, reforzando además su agenda de equidad de género en el deporte.
Un impulso regional para el futbol femenino
La inclusión de México como coanfitrión también enviaría un mensaje poderoso a nivel continental: el futbol femenino en América Latina está en ascenso y merece los reflectores. Con un Mundial Femenino en la región, niñas y jóvenes futbolistas podrían inspirarse al ver a las mejores selecciones del mundo competir cerca de casa.
La Copa Mundial Femenina 2023 celebrada en Australia y Nueva Zelanda batió récords de audiencia y asistencia, consolidando el evento como uno de los más importantes en el calendario deportivo global. La edición 2031 podría continuar esa tendencia en el continente americano, y México tiene una gran oportunidad para ser parte de esa historia.
Aún quedan por definirse muchos detalles, pero el hecho de que México esté en el radar de la FIFA como posible coanfitrión representa una señal clara del crecimiento y reconocimiento del futbol femenil nacional e internacionalmente.