EE.UU. compra 6 millones de barriles de petróleo para la reserva estratégica
El Departamento de Energía adquirió petróleo por $411 millones para reponer la reserva estratégica tras la mayor venta en 2022, a raíz de la guerra en Ucrania.
El gobierno de Estados Unidos ha adquirido seis millones de barriles de petróleo destinados a la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR, por sus siglas en inglés), como parte de un plan para reabastecer los inventarios. El Departamento de Energía informó el lunes que las entregas se realizarán de forma escalonada hasta mayo de 2025. Esta medida sigue a la histórica liberación de 180 millones de barriles de la reserva en 2022, ordenada por el presidente Joe Biden para estabilizar los precios de los combustibles tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
La compra, valorada en más de 411 millones de dólares, incluye 3.5 millones de barriles adquiridos a Exxon Mobil, 2 millones a Shell Trading Company, y 500,000 barriles a Macquarie Commodities Trading US. El petróleo será entregado en intervalos de 1.5 millones de barriles por mes, desde febrero hasta mayo de 2024, en el sitio de Bayou Choctaw, ubicado en Luisiana. Esta es una región clave para el almacenamiento estratégico de crudo en Estados Unidos.
El petróleo adquirido es de tipo «sour», un crudo que muchas refinerías estadounidenses están preparadas para procesar. Las características de este tipo de petróleo hacen que sea un componente esencial para la producción de combustibles y productos derivados.
Sin embargo, una vez completadas estas entregas, el Departamento de Energía solo tendrá fondos suficientes para comprar otros dos millones de barriles más, a un costo aproximado de 75 dólares por barril. Para continuar llenando la reserva estratégica después de esas compras, el departamento deberá solicitar más fondos al Congreso o persuadir a los legisladores de cancelar las ventas obligatorias que están programadas.
El Departamento de Energía ya ha trabajado con el Congreso para posponer las ventas mandatadas. Hace dos años, se logró cancelar la venta de 140 millones de barriles que estaban programados hasta 2027 para financiar diversos programas gubernamentales. Esto permitió una mayor flexibilidad para gestionar los niveles de la reserva estratégica y responder a emergencias energéticas, como la interrupción de suministros debido a conflictos geopolíticos o desastres naturales.
El objetivo de reponer la SPR es garantizar que Estados Unidos cuente con suficientes reservas en caso de crisis. El uso de la reserva estratégica ha sido un recurso crítico en la política energética del país, especialmente durante periodos de alta volatilidad en los mercados internacionales de petróleo. El restablecimiento de los niveles de crudo es visto como una medida clave para asegurar la estabilidad energética y proteger al país frente a posibles interrupciones en el suministro global.