Arabia Saudita será sede de los Juegos Olímpicos de eSports
En un movimiento histórico que marca un nuevo capítulo en el mundo del deporte, el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité de Arabia Saudita han firmado un acuerdo a 12 años para la organización de los Juegos Olímpicos de eSports. La primera edición de este evento sin precedentes tendrá lugar en Arabia Saudita en 2025. Este acuerdo histórico representa un paso importante en la legitimación de los eSports como un deporte de élite a nivel global. El COI, reconocido por su prestigio y tradición en el deporte, se une a Arabia Saudita, un país que ha estado invirtiendo fuertemente en la industria de los eSports en los últimos años.
Promoviendo los valores olímpicos en la era digital
Según el COI, la asociación con el comité saudí asegura que en los Juegos Olímpicos de eSports se respetarán los valores olímpicos fundamentales, incluyendo la promoción de la igualdad de género y el compromiso con el público joven. El príncipe Abdulaziz bin Turki Al Faisal, ministro de Deportes y presidente del Comité Olímpico y Paralímpico Saudita, expresó su orgullo por el papel de su país en este «nuevo capítulo de la historia olímpica», haciendo hincapié en la juventud y la pasión por los eSports en la región: «Somos una nación joven, con más de 23 millones de ‘gamers'».
El presidente del COI, Thomas Bach, destacó la experiencia de Arabia Saudita en la organización de eventos de eSports y la importancia de esta colaboración para el futuro de los Juegos Olímpicos: «Somos muy afortunados de poder trabajar con el CON saudí en los Juegos Olímpicos de eSports, porque tiene una gran experiencia -si no única- en el campo de los deportes electrónicos con todas sus partes interesadas».
Críticas y el debate sobre el «lavado de cara deportivo»
Cabe destacar que este anuncio ha generado también críticas por parte de algunos sectores que cuestionan las intenciones de Arabia Saudita, un país con un historial cuestionable en materia de derechos humanos. Algunos críticos lo ven como una estrategia de «lavado de cara deportivo» para mejorar la imagen del país en el escenario internacional. A pesar de las críticas, este acuerdo marca un hito importante en la evolución del deporte y abre nuevas posibilidades para el futuro de los eSports. La inclusión de los eSports en el programa olímpico contribuirá a su reconocimiento como una disciplina deportiva legítima y de alto nivel, atrayendo a un público aún más amplio y diverso.