AMLO celebra la compra de 13 plantas de Iberdrola para fortalecer la CFE
El presidente Andrés Manuel López Obrador consolida su proyecto de rescate energético con la adquisición de centrales eléctricas, marcando un hito en la reversión de la privatización.
En un paso crucial hacia su visión de fortalecer el sector energético de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció con entusiasmo la adquisición de 13 plantas de generación de energía eléctrica pertenecientes a la empresa española Iberdrola. Esta compra, valuada en alrededor de 6 mil millones de dólares, representa un hito significativo en el compromiso del gobierno con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y su objetivo de asegurar un suministro estable y asequible de electricidad para todos los consumidores mexicanos.
La transacción, confirmada por Iberdrola el lunes pasado, implica la venta del 55% de su negocio en México, incluyendo estas 13 centrales de generación eléctrica con una capacidad instalada combinada de 8.539 MW. Estas plantas, en su mayoría basadas en ciclos combinados de gas y bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, eran previamente contratadas con la CFE, lo que subraya la importancia estratégica de esta adquisición para la soberanía energética del país.
El presidente López Obrador destacó la importancia simbólica de esta compra durante su conferencia de prensa, resaltando que este movimiento marca el regreso de lo privado a lo público en el sector energético, revirtiendo así los efectos de la privatización llevada a cabo en años anteriores. Además, enfatizó que esta adquisición permitirá a la CFE y al gobierno tener más del 50% de la generación de energía eléctrica en el país, asegurando un suministro continuo de energía a precios accesibles y sin fines de lucro.
El mandatario también reiteró su compromiso de rescatar a empresas estatales como Pemex y la CFE, destacando que la privatización habría llevado a aumentos descontrolados en las tarifas eléctricas y habría dejado a la CFE con una participación mínima en la generación de energía. Esta decisión de compra, por lo tanto, no solo representa un paso estratégico en términos económicos y energéticos, sino también una afirmación política del compromiso del gobierno con el bienestar y la autonomía energética de México.