Ministro de Defensa surcoreano renuncia tras polémica por ley marcial
Kim Yong-hyun asume responsabilidad por la implementación de la ley marcial, que generó controversias políticas y sociales en Corea del Sur.
El ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, presentó este miércoles su renuncia al presidente Yoon Suk-yeol, asumiendo la plena responsabilidad por los acontecimientos relacionados con la reciente implementación de la ley marcial en el país. La decisión, que había provocado un intenso debate público y político, fue revertida este miércoles tras el levantamiento oficial del decreto.
En una declaración recogida por la agencia Yonhap, Kim expresó:
«Como ministro de Defensa Nacional, siento plena responsabilidad y lamento haber causado confusión y preocupación al público en cuanto a la introducción de la ley marcial. Toda la responsabilidad recae en mi cargo.»
La ley marcial fue decretada el martes 3 de diciembre por el presidente Yoon Suk-yeol bajo el argumento de «erradicar las fuerzas a favor de la República Popular Democrática de Corea y proteger el orden constitucional». Este acto fue una respuesta directa al bloqueo legislativo generado por el partido opositor, que había aprobado por vía rápida un proyecto presupuestario reducido y promovido mociones de destitución contra altos funcionarios.
Kim Yong-hyun admitió que recomendó directamente al presidente la aplicación de esta medida extrema, lo que lo situó en el centro de la controversia. El decreto provocó disturbios y rechazo social, agravando la tensión política interna.
En sus declaraciones, Kim destacó que, aunque la ley marcial fue levantada y la vida cotidiana parece volver a la normalidad, «la situación política y de seguridad interna no es fácil». Asimismo, afirmó que el Ministerio de Defensa seguirá trabajando para garantizar la estabilidad del país, asegurando que las Fuerzas Armadas mantendrán una disposición firme para apoyar la defensa nacional y la seguridad pública.
La ley marcial, que inicialmente otorgó a los militares amplios poderes sobre las funciones civiles, despertó temores sobre posibles abusos y amenazas al sistema democrático del país. La oposición y sectores de la sociedad civil acusaron al gobierno de Yoon de recurrir a medidas autoritarias para resolver conflictos políticos.
Aunque la decisión de levantar el decreto ha calmado momentáneamente las tensiones, la renuncia de Kim Yong-hyun subraya las profundas divisiones políticas que enfrenta Corea del Sur. En un panorama político ya polarizado, la dimisión del ministro refleja una presión creciente sobre el gobierno de Yoon Suk-yeol para encontrar soluciones más conciliadoras y respetuosas con los valores democráticos.